viernes, 23 de mayo de 2014

"Día 37"

Hoy empezábamos a lo grande. Celia y yo queríamos hacer una actividad (incluida en el proyecto) de psicomotricidad; un circuito básico, fácil, apto y accesible para l@s bebés y su etapa. Madrugamos un poco de más y manos a la obra.


Adaptado para dar la posibilidad de realizar varias y diversas acciones, nuestro cometido como educadoras es el de estar, ser y observar, pero no dirigir a no ser que se necesario (algún riesgo, caídas, llantos...). Ambientado con música divertida que te anima al movimiento, en seguida han entrado para ponerlo todo "patas arriba". Foto a foto y mejor con ell@s, comentaré brevemente cada material y espacio.


Empezaré por los aros; como podéis ver en la primera foto, los aros los hemos colocado de tal forma que ha creado un pasillo dando paso a otras zonas. Dentro de ellos se han metido algunas pelotas de distintas texturas y pesos. Ell@s, l@s protas, se han metido dentro del aro, lo han llevado de un sitio a otro, e incluso lo han encestado en el cuerpo de otr@s amig@s. Nosotr@s, las edus, de vez en cuando los hacíamos rodar en el suelo o en el aire.



























Pasamos al gusano; este recurso lo han sacado alguna vez en el aula. Al crear una especie de túnel largo, es algo que les cuesta asimilar a l@s pequeñ@s, pero sin duda, algun@s de ell@s, lo cruzan de cabo a rabo o incluso pueden llegar a quedarse dentro sentad@s. Además, para incentivarles, hemos metido pelotas dentro...como miguitas de pan...


   


                            Entrando........





......saliendo.












Ahora pasamos a la zona del circuito propiamente dicho, con una salida y una llegada indistintamente.




Alguno ha habido que lo ha hecho entero adecuadamente sin saltarse ningún módulo; algo aparentemente tan sencillo para un/a adult@s, no lo es para ell@s por tema de madurez motora y cognitiva.


 
 
Pata al final, tod@s acabar encima del circuito.


En la siguientes fotos, se pueden ver dos módulos rectangulares, finos y largos, colgados de una cuerda sin tocar el suelo (como un saco de boxeo); nos ha servido para jugar al cucú-trá y lanzarlo fuerte de un lado para otro.
















¡Y cómo no! una de las estructuras más solicitadas...el tobogán. Les encanta porque por un lado pueden subir y/o bajar por las escaleras, y por otro pueden subir y/o bajar por el tobogán...depende cómo les apetezcan suben o bajan por un lado o por el otro jejeje...así pasa, que a veces se forman unas colas impresionantes y no se puede avanzar ni retrocedes jijijiji. A parte, al estar a una altura mayor y poder ver las cosas desde otro punto de vista, les agrada muchísimo este artefacto.





Y fin, una bella experiencia que esperemos repetir, rediseñar para mejorarla y disfrutarla aún más. Ahora nos toca evaluarla, ya os contaré qué información nos ofrece nuestra observación, reflexión e instrumento de evaluación.




Al volver al aula, parece ser que los módulos de psico, seguían estando en su cabeza...











...o entre sus cojines jejeje....






Y como siempre, antes de la siesta, "a guardar"...


Durante la siesta, Rosi me enseña una revista a la que está suscrita la Escuela. Se llama "CRECER EN FAMILIA" de la editorial Grao



Su objetivo principal es participar en la mejora de la calidad de la enseñanza, sobretodo centrado en familias; no os voy a describir mucho más porque tiene tantas cosas que no acabaría en horas, pero de verdad, echarle un ojo, te puedes hasta descargar los artículos. Os cuento dos anécdotas que me ha contado Rosi tras leer dos artículos de dicha revista.

En una habla como tener al bebé piel con piel, por ejemplo en tu pecho, tanto él/ella como el/la adult@, segrega la hormona de la oxitocina...la denominada hormona del amor, reforzando el vínculo afectivo y generando un apego seguro.

La otra es, que una mamá, tras tener dos hij@s, decide tener un/a tercer@ por vía de adopción. Ella cree en amamantar, pero al no ser biológico, consigue un aparato que es como una botella que contiene la leche anclada a la espalda de la mamá; a través de unos tubos muy finos enganchados al pezón sale esa leche. El bebé, sin haber amamantado nunca, rápidamente se lanzó a succionar. Lo más curioso de todo, es que durante el periodo de lactancia, esta mujer consiguió generar leche materna propia....brutal.





Bueno, yo este fin de semana me voy a dedicar a volar, en qué y a dónde, os lo cuento el Lunes.

Besos lactantes de la mejor poesía...ELL@S.








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